¿Qué es el veganismo?

"El veganismo es una filosofía de vida que excluye todas las formas de explotación y crueldad hacia el reino animal e incluye una reverencia a la vida. En la práctica se aplica siguiendo una dieta vegetariana pura y anima el uso de alternativas para todas las materias derivadas parcial o totalmente de animales."

Donald Watson, miembro fundador de la Sociedad Vegana (Vegan Society)


El veganismo respeta toda forma de vida animal. Por eso mismo, las personas veganas no consumen alimentos de origen animal ya que esto implica la muerte o explotación de un ser vivo. Si la gente no consumiera carne, pescado, lácteos o huevos, toda esa industria creada alrededor de esos productos no existiría. Es decir, aunque casi nadie mata ya directamente los animales para comer, sí que indirectamente está favoreciendo esa matanza.

L@s vegan@s tampoco utilizan calzado hecho con piel, ni otros tejidos que sean de procedencia animal. Siempre existen las opciones sintéticas como sustitutos. Evitan también todos aquellos productos que hayan sido elaborados con ingredientes de origen animal o hayan sido testados en animales, como pueden ser productos cosméticos, artículos de limpieza, medicamentos, etc. Existen empresas que no experimentan en animales por lo que siempre se puede encontrar en el mercado otras alternativas a esos productos experimentados en animales.


El veganismo también está en contra de todo acto o espectáculo en el que se utilicen animales. No es necesario matar, maltratar o explotar a otro ser vivo para divertirse. Es algo innecesario, siempre se puede buscar otro tipo de diversión igualmente válida y que no conlleve un sufrimiento para otra vida. En nombre de la "cultura" y la tradición se cometen actos crueles y bárbaros. Sólo hay que tener un poco de empatía y ponerse en la piel del animal para darse cuenta de que esas tradiciones no deberían mantenerse.

La sociedad de hoy en día cosifica a los animales, mucha gente no se plantea ni siquiera que los animales puedan ser seres vivos. Hay cierto respeto por los animales llamados mascotas pero todos aquellos que no entran en este grupo son tratados vilmente como si fueran algo inanimado. Pero hay que recordar que son seres con emociones y sentimientos muy parecidos a los que pueda sentir un humano. No está bien hacerlos sufrir de manera totalmente innecesaria.


Para una persona no vegana, este tipo de pensamiento puede parecer extremista. Pero la única forma de cambiar la situación de todos esos animales destinados al consumo humano es abandonando esa comodidad que nos hace mirar siempre hacia otro lado para no ver una realidad que muchas veces disgusta porque nos hace sentir culpables.

"Si los mataderos tuvieran paredes de cristal, todos seríamos vegetarianos". Paul McCartney

Rollito agridulce

(2 personas)

  • 8 hojas de lechuga romana grandes
  • 1 zanahoria grande.
  • 1 manzana grande.
  • 2 cucharadas de mayonesa de anacardo.
  • 1 aguacate.
  • 1 chorrito de vinagre de manzana o el zumo de un limón.
  • Sal (opcional) y pimienta negra.
  • Aceite aromatizado.
1. Lavar las hojas de lechuga y escurrir bien. Quitar con unas tijeras la parte dura de la hoja. Salar y reservar.
2. Lavar, pelar y picar la zanahoria, la manzana y el aguacate. Mezclar todas las verduras y salpimentar. Añadir un chorrito de aceite y vinagre al gusto. Remover otra vez.
3. Colocar las hojas de lechuga en un plato, un poco superpuestas una al lado de la otra. Poner encima la mezcla de verduras; añadir un cucharada de mayonesa de anacardo. Coger por un extremo las hojas de lechuga y hacer un rollito. Echar un poco de aceite por encima de las hojas de lechuga.
4. Acompañar con una guarnición de arroz (opcional).

Mayonesa de anacardos


  • Medio vaso de anacardos crudos.
  • 1/4 de vaso de agua.
  • Un poco de zumo de limón
  • Sal
  • Ajo molido (opcional) u otra especia.
1. Poner los anacardos en la batidora con un poco de agua, el zumo de limón, la sal y el ajo molido. Batir a la máxima velocidad durante 30 segundos. Parar la batidora. Añadir el resto del agua poco a poco y volver a batir. Repetir el proceso hasta conseguir la densidad deseada.